Industria refresquera: Tendencias y retos

Industria refresquera: Tendencias y retos

Consumo de refrescos en presentaciones más grandes y el aumento de la demanda de bebidas bajas en calorías y azúcares, son algunas de las tendencias que se evidencian en México, mercado en el que las empresas enfrentan retos como lo son los cambios en las reglas de etiquetado y la modificación de las preferencias de los consumidores.

En la industria de refrescos y bebidas no alcohólicas, México es uno de los mercados más importantes a nivel mundial, pues se estima que el consumo anual per cápita del país asciende a 163 litros, dato que supera en 40% el consumo promedio de una persona estadounidense, destaca una investigación de la Universidad de Yale. 

Las restricciones a la movilidad de las personas que se impusieron a causa del brote de covid19 provocó cambios significativos en el comportamiento de los consumidores, situación que originó una nueva realidad comercial del mercado de bebidas.

Jorge Senties, socio de estrategia y mercado de consumo de PwC México, meses atrás dijo a Forbes.com.mx que en este contexto de cambio de hábitos lo que se está observando, es que “... 'el consumo en casa está generando un movimiento hacia presentaciones más grandes tanto de bebidas como de snacks'.”

A pesar de que la industria refresquera ha enfrentado múltiples retos, como lo es la entrada en vigor desde el pasado 1 de octubre de 2020 de la modificación a la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010, que obliga a las empresas de alimentos y bebidas industrializadas a etiquetar con sellos negros aquellos productos altos en sodio, azúcar y calorías, las bebidas continúan siendo una de las categorías más importantes. 

Datos de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) señalan que, durante el primer semestre de 2020, período que estuvo marcado por el inicio de la pandemia y la imposición de medidas de restricción a la movilidad, los refrescos fueron la segunda categoría más consumida en las abarroterías, establecimientos comerciales que también son conocidos como canal tradicional.

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Otro de los retos de la industria radica en que desde antes de la pandemia, ya se reportaba un cambio en los gustos y preferencias del consumidor mexicano, que se evidenciaba en la expansión de las ventas de bebidas consideradas como sanas.

En 2012 se estimó que el valor del mercado de las bebidas bajas en calorías en México sumó US$1.553 millones, para 2017 la cifra escaló a US$2.073 millones y se pronostica que en 2022 las ventas podrían escalar a US$2.485 millones.

Según las principales productoras de refrescos, la apuesta por las bebidas bajas en calorías y azucares, responde a la demanda que ejercen consumidores preocupados por llegar a padecer sobrepeso o diabetes.

En el mercado mexicano de bebidas bajas en calorías o sin azúcar, se estima que Coca Cola acapara el 47% de las ventas totales, Danone el 26% y Pepsi el 11%, precisa un artículo de Elfinanciero.com.mx

Estudios de MarketDataMéxico señalan que en México cerca de 47 millones de personas en el entorno digital manifiestan su interés por las bebidas gaseosas, siendo Coca-Cola, Fanta, Sprite y Dr Pepper, algunos de los términos que más relacionan los consumidores mexicanos de alta capacidad de compra con este tipo de productos.

De la población que asocian el término "Coca-Cola" con las bebidas gaseosas, el 14% se clasifican como de nivel socieconómico "Alto" y el 54% como de "Medio-Alto". Detallan las cifras que seis de cada diez personas que se interesan por "Coca-Cola" tienen edades que oscilan entre 19 y 35 años.

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